30 de dciembre de 2015-San Juan, Puerto Rico- “El anuncio del señor gobernador, de que no pagará una pequeña fracción de la deuda pública que vence en enero, es un paso muy distante aún del desafío político que representaría una declaración decidida de impago como la que hemos propuesto desde el Partido Independentista. Hace rato que pasó el momento de paños tibios y decisiones a medias. Los Estados Unidos sólo reaccionarán ante una crisis y la elección es sencilla: o se la provocamos a ellos, o nos sometemos a sufrirla nosotros. Sólo una declaración firme de impago forzará tanto a los acreedores, como al gobierno de los Estados Unidos, a negociar con Puerto Rico una reestructuración sensata, que garantice por un lado la provisión de servicios a la ciudadanía, y por otro, la disponibilidad de recursos para el desarrollo económico”.