14 de junio de 2016

En virtud de la Ley 57 de 2014, se le ha requerido a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) elaborar un Plan Integrado de Recursos (PIR) el cual debería estar enfocado en el desarrollo del sistema eléctrico, basado en mejorar la confiabilidad, eficiencia y transparencia del sistema. El Plan presentado por la AEE, el cual compromete los próximos 20 años del futuro energético del país, lejos de representar una transformación beneficios de las políticas energéticas constituye una peligrosa involución.

En primer lugar un claro conflicto de interés en que la compañía Siemens Industry, Inc. fuera contratada por la AEE para realizar el PIR y que dentro de sus propuestas esté el que se compren los equipos que ellos mismos fabrican. No es posible que una compañía privada, que tiene interés de lucro en el asunto, sea quien determine el futuro energético del país. Este conflicto de interés no queda subsanado por el hecho de que la Comisión de Energía pudiera abrir el proceso a presentación de propuestas, pues es obvio que Siemens establece unos criterios que se ajustan a sus productos y servicios, lo que le da una ventaja injusta sobre las otras compañías que pudieran participar.

Mientras en otras naciones aspiran a aumentar el por ciento en uso de fuentes de energía renovables a niveles máximos, Siemens y la AEE sólo proponen un insuficiente 20% para el año 2035. Para demostrar lo ineficaz e inaceptable que resulta esta propuesta de Siemens y de la AEE, basta con mencionar los estudios del Instituto Tropical de Energía, Ambiente, y Sociedad (ITEAS) de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (UPRM) que establecen que sólo el uso del 10% de los techos de estructuras residenciales construidas en Puerto Rico podría generar 20% de la energía consumida en Puerto Rico en 2009 cuando el consumo era mayor que el actual. No hay ningún impedimento para que al año 2035 podamos estar en al menos un 40% de uso de fuentes de energía renovable, dentro de un Plan Energético Nacional (PEN) que evalúe las experiencias en otros países, las alternativas tecnológicas y la inversión necesaria que permita conseguir soberanía energética en cuanto a la no utilización de fuentes fósiles.

Para completar el sometimiento a perpetuidad que Siemens y la AEE quieren establecer hacia las fuentes fósiles contaminantes, su propuesta incluye sustituir los derivados del petróleo por gas natural, renovar el contrato de la carbonera AES, renovar los contratos de compra de energía a la incineradora propuesta en Arecibo y revivir los gasoductos terrestres, ahora desde Salinas. Insistimos en que las aspiraciones energéticas de Puerto Rico no deben basarse en la importación desmedida de combustibles fósiles y, precisamente el PIR propuesto por Siemens y la AEE, facilita ese camino cuyo resultado será un incalculable daño al ambiente y a la salud de las personas. Al parecer Siemens y la AEE olvidan las grandes luchas comunitarias que se han levantado contra esas mismas propuestas, y les anticipo la resistencia de grupos comunitarios y ambientales al plan de la AEE como ya ocurre en Peñuelas, Arecibo, Humacao, Salinas y Guayama.

Puerto Rico no puede darse el lujo de volver a desperdiciar millones de dólares y tiempo, y que en 20 años estemos en la misma situación actual. Les adelanto que el PIP estará, como siempre hemos estado, del lado de las comunidades y organizaciones que defienden la salud de su gente y que tienen una visión mucho más amplia y eficaz de lo que debe ser el futuro energético de Puerto Rico.

El Plan propuesto pos Siemens descansa además en la remodelación de las obsoletas estructuras de las plantas de energía de la AEE sin que se documente que esta es en efecto una alternativa fiscalmente más sabia y tecnológicamente más saludable que el establecimiento de nuevas plantas más modernas y eficientes. Cuestionamos también la insistencia en el puerto, regasificadora y tubería submarina de gas natural propuesta para Aguirre, en Salinas, que se construirá a un costo altísimo en perjuicio de las comunidades cercanas. Este proyecto perpetua el uso de los combustibles fósiles en Puerto Rico.

Solicitamos que la Comisión de Energía de Puerto Rico no apruebe el Plan Integrado de Recursos como está propuesto por la compañía Siemens y la AEE, y que se integren a una nueva propuesta, metas más amplias en cuanto al uso de fuentes de energía renovable, especialmente la energía distribuida como son las placa solares en los techos de las casas, el manejo de la demanda y la eficiencia energética. Rechazamos la renovación del contrato a la carbonera AES que tanto daño ha causado en nuestro país y en países vecinos. Quemar carbón para producir energía es altamente costoso para nuestro pueblo por el efecto en la salud de la ciudadanía y la contaminación del ambiente. La cenizas de AES es el asbesto del siglo 21. Deberíamos planificar el cierre de la carbonera AES, y no su perpetuidad.

Así mismo rechazamos la construcción de una incineradora en Arecibo o en cualquier parte de nuestro país, por las consecuencias nefastas a la salud y el aumento de cenizas tóxicas que empeoraría la situación de su depósito en nuestros vertederos. Y por último, es descabellado proponer la resucitación de los gasoductos terrestres en nuestro país, pues ya sabemos que la ruta preferida por la AEE será a través de las comunidades pobres y trabajadoras, lo que constituye un asunto de justica ambiental y seguridad.

Agradecemos la oportunidad que la Comisión de Energía ha dado a esta servidora, y a las comunidades y organizaciones del área sur, al aceptar realizar esta vista pública adicional fuera del área metropolitana y en horas no laborables. Esto debe establecer un precedente a nivel administrativo para los procesos en otras agencias de gobierno.

Atentamente,

María de Lourdes Santiago Negrón
Senadora y Vice Presidenta
Partido Independentista Puertorriqueño (PIP)